El SEM, como cualquier otra disciplina dentro del marketing digital, exige una notable especialización. Es importante dominar Google Ads, tanto a nivel de gestión como de implementación a través de Google Tag Manager. Si gestionas campañas, sabrás que no hay campaña que nazca optimizada, y hay una serie de errores que se pueden evitar, y que se consiguen superar a base de experiencia y dedicación.
En este artículo nos hemos centrado en algunos errores, unos obvios y otros no tanto, que te permitirán mejorar el rendimiento de tus campañas.
- 1 Errores a evitar en Google Ads
- 1.1 No invertir suficiente
- 1.2 Entrar en piques personales con otros competidores
- 1.3 Luchar batallas que se pueden ganar
- 1.4 No configurar bien las conversiones
- 1.5 No revisar las campañas periódicamente
- 1.6 Hacer caso a las recomendaciones automáticas de Google
- 1.7 No segmentar todo lo segmentable
- 1.8 No desactivar las sugerencias de anuncios
- 1.9 No desactivar las extensiones automáticas
- 1.10 Tener activada la segmentación optimizada
- 2 Conclusión
Errores a evitar en Google Ads
No invertir suficiente
A veces las campañas se plantean con un presupuesto limitado «para probar». ¿Cuántas veces habremos oído «ponemos 200€ y si funciona nuestro presupuesto es ilimitado, porque reinvertiremos lo que ganemos?. No, esto no funciona así. Hay sectores en los que con 200€ no tenemos más que para 20 clics, y con ello no tendremos un alcance suficiente para obtener conclusiones con el rendimiento de las campañas. Probablemente no se obtendrán resultados, y los datos que obtengamos de la experiencia no servirán para obtener ninguna conclusión.
A veces las campañas fallan porque no se ha invertido el importe mínimo necesario, y durante un periodo de tiempo razonable para lograr los resultados.
Entrar en piques personales con otros competidores
¿Como puede ese estar encima mío si es un muerto de hambre, y yo soy mejor? Lo hemos oído más de una vez. Tomar decisiones basadas en opiniones personales y no en datos puede llevar al desastre. Es posible que ese competidor lleve ya tiempo trabajando sus campañas, optimizando sus landings y obteniendo un cpc mejor, debido a que tiene palabras clave con mejor nivel de calidad. O puede que también esté dispuesto a dar una batalla en la que hay más amor propio que rentabilidad.
Es por ello que la decisión de estar o no estar en Google Ads debe basarse en datos de eficiencia, en estudios de competencia, o tras un análisis de evolución de campañas anteriores.
Luchar batallas que se pueden ganar
Si eres pequeño, no podrás con el grande. Es así. En Google Ads David casi nunca vence a Goliat. En el mejor de los casos, se puede buscar nichos dentro de esa temática donde no esté ese competidor, o al menos no esté pujando con un presupuesto ilimitado.
En Google Ads siempre hay huecos y nichos rentables, pero hay sectores muy caros en los que si no se cuenta con una gran especialización, es mejor no entrar. Hay sectores con muchos clics fraudulentos, donde los competidores se hacen clis los unos a los otros, buscando formas de arruinar a los demás a base de clics, en lugar de buscar el beneficio propio. Cerrajeros, electricistas, reparación de electrodomésticos… son algunos de ellos, sólo por citar algunos ejemplos.
No configurar bien las conversiones
Google Ads no deja de ser un algoritmo que necesita inputs para ofrecer resultados. Cuanta más información le des, más posibilidades tendrá de acertar con los usuarios a los que se muestran los anuncios. El principal error en este caso es no tener bien configuradas las conversiones. Tú vas a saber que te llegan leads o pedidos, pero si no lo informas a Google no tendrá forma de discernir lo que funciona o no.
Es por ello que es fundamental tener bien configuradas las conversiones, subir listas de clientes, o integrar audiencias de Google Analytics 4. Así mismo, es importante activar conversiones secundarias.
En ecommerce, es fundamental informar a Google de los pasos dentro del Funnel de Conversión, e informar del valor de las transacciones. Sin ello dejamos al algoritmo a ciegas.
No revisar las campañas periódicamente
Las campañas se deben revisar como mínimo varias veces a la semana. Solo así te darás cuenta de errores como infracciones por política, errores en la forma de pago, términos de búsqueda erróneos… Y si delegas tu gestión a una agencia o gestor de cuentas, revisa de vez en cuando el historial de cambios en la cuenta para ver si realmente la están trabajando o se limitan a emitirte una factura mensual.
Puedes revisar el historial de cambios aquí
Hacer caso a las recomendaciones automáticas de Google
Google te va a recomendar que pases tus campañas a concordancia amplia, que vayas directamente a maximizar conversiones, y que subas presupuesto. Si le haces caso sin tener ya un conocimiento de lo que funciona o no a nivel de campaña, estás perdido. Esto no quiere decir que no pueda funcionar, pero la mejor estrategia es salir con pujas no automáticas, concordancias no amplias, e ir optimizando poco a poco. De lo contrario te puedes encontrar sorpresas como clics a 45€ que no convierten, anuncios saliendo por palabras clave disparatadas, o presupuestos tirados por la borda.
No segmentar todo lo segmentable
- Sexo y edad
- Intereses
- Días de la semana y horas
- Audiencias
- Países, regiones y ciudades
- etc
Una de las recomendaciones favoritas de Google es activar anuncios dinámicos. Si lo haces, que sea porque quieres, y tienes claro a qué páginas van a ir. Si le permites a Google decidirlo, es posible que acabes mandando tráfico de pago a sitios irrelevantes de tu web.
¿Quiere decir eso que hay que rechazar todas? No. Todas las recomendaciones de audiencias, conflictos con palabras clave suelen ser bastante acertada. En cualquier caso, lo más importante es evaluar una a una cada opción que Google nos propone.
No desactivar las sugerencias de anuncios
Si no confías en Google al 100%, no deberías dejarle hacer cambios automáticamente en la cuenta. Si no deshabilitas expresamente esa opción, Google aplicará automáticamente sus recomendaciones a los 14 días.
Para desactivarlas tienes que ir a
No desactivar las extensiones automáticas
Seguimos con no dejar a Google hacer todo lo que le apetezca con la cuenta. Otra de las cosas que hace Google por defecto es aplicar las extensiones automáticas. Hay cosas que las hace bien, pero si no tienes claro lo que hacen, te pueden dar un disgusto mandando enlaces a páginas de tu web a las que no te interesa mandar tráfico de pago. Esto no quiere decir que tengas que deshabilitarlas todas. Tienes que entender que existen, y que tal vez te convenga deshabilitar algunas, especialmente las de enlaces.
Para deshabilitarlas puedes seguir estos pasos: Extensiones -> Extensiones automáticas -> 3 puntos -> Configuración Avanzada
Tener activada la segmentación optimizada
En Google Ads se pueden ajustar pujas para muchas dimensiones. Entre ellas podemos citar:
Si no estás afinando dichas segmentaciones, estás dejando escapara un importante margen de optimización.
Google Ads te habilita por defecto en las campañas de display la segmentación optimizada. Si segmentas los anuncios con opción de «segmentación» y no «observación», Google va a hacer un poco lo que le de la gana.
Esto no quiere decir que tener esta opción vaya a empeorar tu rendimiento, podría ser al revés, pero debes ser consciente de que estás perdiendo control sobre tu segmentación en favor de Google.
Conclusión
Como verás, la mitad de las recomendaciones tienen que ver con la automatización de Google Ads. Esto no quiere decir que Google no haga las cosas bien, pero si te importa cada euro que inviertes, deberás prestar mucha atención a esto. Cualquiera puede gestionar una campaña de Google Ads, pero solo los que llevan tiempo peleándose con ella pueden sacarle el máximo rendimiento. Si tú te lo propones, también podrás dominarlo. Lee mucho, infórmate, huye de los gurús del dinero fácil de Youtube y Facebook, y mide y analiza constantemente, porque ahí vas a tener el margen de mejora