Definición:
Se define así al comportamiento del consumidor consistente en en comprar un producto a través de internet, que previamente han mirado y decidido en un establecimiento físico.
El comportamiento opuesto al showrooming sería el ROPO, mediante el cual los consumidores adquieren en una tienda el producto o servicio que anteriormente han visto en Internet.
Por qué se practica el showrooming
Con el paso de los años desde la llegada de Internet se ha ido produciendo un proceso de reversión desde el web al showrooming. Inicialmente Internet producía un mayor índice de desconfianza en los consumidores, que se sentían más seguros adquiriendo el producto físicamente. Sin embargo, con el tiempo esta desconfianza ha desaparecido y hoy en día los consumidores encuentran en el showrooming numerosas ventajas frente al proceso tradicional de compra.
El principal es sin duda el ahorro. Los comercios electrónicos, al no tener los elevados costes de un comercio físico, tienen precios muchos más competitivos de forma que podemos encontrar descuentos considerables respecto a los establecimientos convencionales.
Otra razón es la comodidad. Cuando el volumen de compras es elevado, o hablamos de un producto de gran tamaño o peso, el tener la opción de que te llegue directo al domicilio se convierte en un valor añadido para el consumidor.
Como competir contra el showrooming
En caso de poseer un establecimiento físico hay ciertas acciones que pueden revertir el proceso de showrooming y ganarte el engagement de tus clientes en físico:
- Ofrece un valor añadido: si ofreces un servicio lo suficientemente atractivo que no se pueda dar de manera online, tus clientes preferirán comprar en la tienda física.
- Contenido exclusivo: poner a la venta productos que únicamente se puedan adquirir físicamente.
- Convence al consumidor de tus ventajas: no pagar envíos ni esperar a la entrega, devoluciones más ágiles… Hay numerosas ventajas del formato físico frente al online con las cuales podrás convencer a tus clientes.